El fragil alto el fuego -Tzahal X Hamas

La muerte de un soldado israelí en la frontera de Gaza evidencia la precariedad del alto el fuego
La fragilidad del alto el fuego entre Israel y Hamas se ha vuelto a hacer evidente tras la explosión de un artefacto al paso de un tanque israelí en la zona fronteriza de la franja de Gaza. La explosión causó la muerte de un soldado israelí. En la respuesta inicial del Ejército murió un campesino palestino y, horas más tarde, en el primer ataque aéreo desde la declaración hace diez días del alto el fuego, perdió la vida otro civil.

Testigos dijeron que este último circulaba en una motocicleta por la ciudad de Jan Yunes, en el sur de la franja, cuando le alcanzó un cohete disparado por un cazabombardero. El Ejército israelí confirmó la muerte de un soldado en el ataque con un artefacto explosivo al paso del tanque en el que patrullaba junto a la frontera de Gaza. En el suceso resultó herido de gravedad un oficial y otros dos soldados sufrieron heridas leves, indicaron portavoces militares después de que cadenas de televisión árabes como Al Yazira y Al Arabiya informaran del suceso.

El ataque causó una explosión en la zona fronteriza de Gaza e Israel, al norte del paso de Kisufim. Fuentes palestinas y militares israelíes dijeron que milicianos detonaron por control remoto un artefacto al paso de la patrulla militar. La radio del Ejército israelí informó de que los autores del ataque fueron milicianos de Hamas. El ataque, cuya autoría aún no ha sido reivindicada por ninguna facción armada, fue seguido de un tiroteo. Poco después, un granjero palestino murió por los disparos de un tanque israelí que impactaron en su vivienda al este la localidad de Dir el-Balaj, en el centro de la franja de Gaza, dijeron fuentes médicas locales.

Estos sucesos y el posterior ataque aéreo israelí son los sucesos más graves que se registran en la zona desde el alto el fuego que Israel y las facciones armadas palestinas de Gaza, encabezadas por Hamas, mantienen desde el 18 de enero. Israel declaró entonces un alto el fuego unilateral, que ponía fin a la ofensiva militar 'Plomo fundido', de 22 días de duración y que acabó con las vidas de 1.400 palestinos, la mayoría civiles, y dejó más de 5.000 heridos.

En ese período murieron trece israelíes, de los cuales diez eran militares, y más de 200 resultaron heridos. Las milicias palestinas dieron de plazo a Israel una semana para retirar a sus tropas de la franja. Tres días después de lanzar ese ultimátum las facciones palestinas, el Ejército de Israel se retiró de Gaza. Egipto ha mediado desde entonces para que las partes se avengan a una tregua estable, aunque de momento no se ha alcanzado ningún acuerdo.